
lunes, 31 de agosto de 2009
domingo, 30 de agosto de 2009
MARLEY, EL PERRO CERAMISTA-2ª PARTE
http://mispequesgigantes-ines.blogspot.com/2009/07/4-perros-de-agua-en-adopcion-urgente.html
Nuestro amigo José Manuel nos cuenta como sigue Marley, el perrito de aguas adoptado. Gracias a él y a Marina por cuidarle tan bien. La entrada original está en su blog: http://neferceramistas.blogspot.com/. Leedlo por favor, que os vais a reir un rato...
Este es Marley, nuestro pequeño perro alfarero-ceramista, (nos ha costado lo nuestro conseguir hacerle esta foto); hace ya cosa más o menos de un mes desde su llegada de Vic hasta Alhaurín de la Torre, lo hemos lavado, llevado a la peluquería (para que esté algo más fresquito) y ha visitado a l veterinario para que terminen de vacunarlo y le pongan su chip.
Sigue comiendo mucho, (¿me pregunto si será un cocodrilo disfrazado de perro?) y ya ha cogido varios kilos.
Ha tenido que pasar algunos momentos como el de la fotografía que para él, seguramente han sido toda una ofensa, todo un manto peludo y acolchado hecho a medida con todo el sudor de su frente con todo el polvo del camino durante varios meses acumulado y en una mañana ¡pub! va y desaparece con una especie de aparato que sonaba como una moto (la maquinilla eléctrica). Su táctica de hacerse el moribundo, no funcionó y aunque le fue bien durante los primeros momentos, fue descubierto.
Su nueva amiga, nuestra perra, quedó encantada con el cambio (al fondo Marley ejerciendo su nuevo papel de macho Beta), tras observar su nuevo loock, descubrió que era un perro (con el anterior se parecía demasiado al gato) y desde entonces son amigos inseparables, le está enseñando cuales son nuestras costumbres, aunque lo de ladrar, no lo tiene muy logrado, ya que por ahora ladra a los de dentro y los de fuera y mientras Marley practica, ella aprovecha para rebañar su plato y quitarle algo de comida.
Nuestro pequeño gran gato gigante, lo persiguió en numerosas ocasiones hasta que recibió su primer ladrido, parece que ya entiende, como gato inteligente que es, (y con mala leche), que Marley está en otra esfera diferente y ha vuelto a las andadas, lo suyo es la investigación y el estudio de nuestros canarios, le gusta verlos de cerca por la mañana temprano cuando los estoy preparando para sacarlos y yo me despisto por ahí.
Marley, ha resultado un excelente zapatero, ya ha terminado de arreglar algún que otro zapato, se le dan bien especialmente los de mi madre, le gusta redecorarlos, es una afición un tanto forzosa, ya que su amiga y profesora, nuestra perra, le robó los pequeños huesos de cuero de búfalo que le compramos para que se ensañara con ellos, demostró también un cierto interés por la alta costura, pero fue pasajero.
Marley, se ha integrado perfectamente, ya es amigo de todos los miembros del clan, ha demostrado todas sus destrezas y habilidades, incluso está empezando a salir de paseo algunas tardes aunque es un perro muy tímido y va paseando con una mosca detrás de la oreja. Tan solo hay un capítulo pendiente y es el del autor de este pequeño informe, yo mismo, Marley no termina de verme con buenos ojos, me he debido convertir en una especie de “doctor muerte”, UNA ESPECIE DE GIGANTÓN con un bote de jarabe en una mano y una gigantesca pastilla de vitaminas en la otra, parece que lo apuntó todo, ME TIENE FICHADO, por ahora prefiere estar en el ángulo opuesto de la habitación en el que yo me encuentro.
En la fotografía, parece estar pensando “¡oh no, parece que viene!”.
jueves, 27 de agosto de 2009
CARRY



Carry, de vez en cuando sufría pesadillas en las que se veía encerrada en una jaula insalubre en la que su única actividad era parir camada tras camada. En una de sus siestas incluso soñó con la mediana de una autopista en la que arrastraba su pequeño cuerpo retorcido en una hernia atroz mientras los coches se burlaban de ella cegándola con sus faros.
Pero al despertar y reencontrarse con su familia, con el respeto por los que sienten (hablen, ladren o mujan) con el amor que no entiende de razas; movía el rabo y espantaba lo que, seguro, sólo podía ser un mal sueño.
Había una vez una perra, de nombre Carry, que en Francia olvidó que en España es una pesadilla nacer podenco.
A todos los que hicisteis posible la operación de Carry y con ello, la enviasteis a un paraíso en el que las pesadillas, en todo caso, se castigan; mil gracias, millones de gracias. Estas fotos son para vosotros.